23 datos que tienes que conocer antes de ir a Oh! Calamares
Paola Miglio
Periodista de comida y viajes. Frívola. Obsesiva. Ansiosa. Twitter @paolamiglio / Instagram @paola.miglioNo puedo comparar porque no alcancé a ir a aquel tradicional espacio que Oh! Calamares (pescados y mariscos con influencia japonesa) tenía en La Victoria. Sin embargo, puedo describirles el que visitamos y que continúa siendo de la familia Matsumoto Itokazu.
Es de tamaño mediano, se ve amplio, hay algunos cuadros que aluden al tema marino y un pequeño jardín que hace las veces de terraza. No se siente la onda huarique, la atmosfera casera, el sabroso revuelo acostumbrado en este tipo de locales. Todo lo contrario, se atiende con parsimonia, con amabilidad, pero se destila languidez. Quizá este sea un punto sobre el que deban reflexionar los dueños de huariques exitosos que quieren evolucionar, mudarse o aspiran a un local más amplio. ¿Cómo hacerlo sin perder la esencia?
Establecimiento: Ex huarique con platos insignia.
Tipo de comida: Pescados y mariscos con influencia japonesa.
Estacionamiento: Sí hay.
Lugar: Impecable, ordenado y amplio, hay incluso mesas en la zona del patio/jardín.
Sillas y mesas: Las mesas son cómodas y amplias, a buena distancia unas de otras. Las sillas son un poco incómodas pero nada trágico.
Salsas, aceites y condimentos: Salsa de ají y una deliciosa y ligera tártara casera de ingredientes finamente picados, no licuados (punto a favor).
Música: Sí hay, no muy alta, cuando el local se llena de gente pasa desapercibida.
Servicio en la mesa: Cubiertos, individual y servilleta de papel.
Privado: No hay.
Servicio: Fueron amables, tomaron el pedido rápido y los platos fueron llegando a buen ritmo. Hubo demora a la hora de la cuenta, la tuvimos que pedir dos veces.
Cortesías: Canchita serrana.
Agua: Nos ofrecieron agua embotellada y agua de caño, pero hervida.
Carta de bebidas: Agua, gaseosa, chicha, cerveza, infusiones.
Tamaño de porciones: Porciones grandes, lo bueno es que se pueden pedir por mitades. Así se prueba más.
Cebiche y huevera: Pedí cebiche de pesca del día, estaba fresco, herbal, ají no muy fuerte. Me hubiese gustado que tuviera más impulso ya que el nivel de cítrico estaba bien bajo, tanto que sabía algo dulzón (se puede enmendar). Luego chicharrón de huevera, de fritura clara (lo que indica aceite limpio), crocante por fuera, suave por dentro, las huevas no se sentían demasiado y así el bocado fluía.
Los saltados: La técnica del saltado es la que más brilla en Oh! Calamares, y por la que regresaríamos cien veces más. El tallarín saltado es el plato icono del local. Poderoso, de espagueti gruesos, con calamares y trozos de pescado achicharronados. Los vegetales se sienten frescos, incluso algunos son de un crujiente discreto. En la sazón no hubo abusos, solo precisión y poca grasa. Lo mismo para el saltado de pescado y mariscos en salsa de ostión. Hay pollo katsu y lomo saltado, además de sopas: chilcano, parihuela y aguadito.
Opción dieta: Filete de pescado y pollo con ensalada, busquen los marcados con el sellito “light”.
Precio: Cebiche S/. 28, jalea S/. 40, pescado tausí S/. 40, chaufa de mariscos S/. 28, chilcano S/. 8, pollo katsu S/. 30 y lomo saltado S/. 35.
Cubierto: No cobran cubierto aparte.
Pan: No sirven pan.
Tarjetas: Sí.
Asientos para niños: Sí hay.
Dirección y horario: T. 560-6070/ Av. Benavides 2482, Miraflores/ Horario: lunes a domingo de 11:00 a 16:00 horas.
Puntuación Final: 3 bellacos y medio