17 datos que tienes que conocer antes de ir a Pescados Capitales
Paola Miglio
Periodista de comida y viajes. Frívola. Obsesiva. Ansiosa. Twitter @paolamiglio / Instagram @paola.miglioDe hecho la buena compañía te mejora el almuerzo o la cena. Haber hecho esta bellacada con acompañantes divertidos, minó los reparos que siempre le tuve a Pescados Capitales e hizo que disfrutase más la experiencia. Es un lugar agradable, usan ingredientes de calidad, sin embargo algunos platos parece que se quedaron en la década pasada y otros sucumbieron ante el exceso de queso. Mi mayor “pero” fue siempre el precio. Y ese “pero” se mantiene: creo que con la oferta restaurantera actual, no se justifica. En fin, la semana pasada me llevaron al local de Miraflores (el otro queda en San Borja), la pasé bien y comí rico. Acá les cuento la historia.
1. Tipo de establecimiento
Cebichería bien puesta. Nada está fuera de lugar. Espacio pulcro, desenfadado y estratégicamente organizado.
2. Estacionamiento
Hay estacionamiento y valet parking.
3. Atmósfera
Entretenida. Acá la gente no va en buzo (o si va, todo combina), se arregla y luce sus mejores galas de verano casual (el sábado que fuimos hizo sol) y peluquería de sábado por la mañana. Es un lugar amplio, para ver y ser visto, van grupos grandes y familias enteras. De esos donde la gente pide “solo lenguado” (lo que se refleja en la carta). Lo mejor es la terraza: protegida con un techo, abierta, fresca e iluminada. Música a volumen adecuado.
4. Sillas y mesas
Bastante cómodas y a buena distancia. Es decir, no van a escuchar su conversación ni les va a molestar la bulla, a pesar de haber grupos grandes.
5. Servicio
Agradable y atento. Contestaron todas las preguntas que les hicimos sobre la carta y atendieron nuestras inquietudes con gentileza y sin excesos. No hubo mucha demora, a pesar de que el lugar estaba repleto y había cola.
6. Agua
No se espantaron cuando pedimos agua de caño. Este detalle es importante porque algunos restaurantes de ticket alto suelen servir directamente aguas importadas (ni siquiera nacionales) sin preguntar.
7. Los fríos
Para comenzar pedimos el cebiche Mandela, de atún con cebolla, choclo, camote y ligeramente picante. Estaba bueno, sobre todo por el tono ácido adecuado y el pescado súper fresco. Luego el tiradito de salmón, sencillo y sin aspavientos, agradable y con buen corte. Sin embargo, se les pasó la mano con el sillao y los sabores compitieron. Hay harto salmón, atún, lenguado y chita en la carta. Felizmente vimos por ahí una cachema alegrando el día.
8. Los calientes
Problemas graves y moderados. El grave, las conchas a la parmesana. No entiendo aún en qué momento salió el decreto que manda que cada pieza debe tener más queso que concha de abanico. En serio. Sobre todo cuando agregan otros quesos que no son parmesano y se forma esa capa de jebe chiclosa cuando se enfría un poco. La conchita debe sentirse, sobre todo si su sabor es tan sutil y tenemos tan ricas en el Perú. Más todavía si le quitan el coral. Bájenle al queso, por favor (y esto va para varios). El moderado, el arroz con mariscos, que llegó un poco seco para nuestro gusto y palideció enormemente ante el risotto a la Bonaparte: un cosa deliciosa y cremosa con potentes y tiernos camarones de Ocoña y un buen chorro de aceite de oliva. Este lo devoramos.
9. El postre
Hay que tener mano delicada y buen manejo para que el soufflé de chocolate no se apachurre. En este caso sucumbió ante la bola de helado, que si no falla el paladar, era de una de las marcas comerciales más conocidas. Un esfuerzo con uno de vainilla artesanal no hubiese incomodado.
10. Las bebidas
Pedimos los catedrales, en copón y bien servidos. Frescos, aunque el segundo ya nos pareció un poco dulce. Pueden solicitar el pisco que deseen: hay para elegir entre Cuatro Gallos y Biondi (comentó la moza), entre otros. También la carta incluye refrescos, cócteles y cervezas artesanales, por si quieren diversificar.
11. Tamaño de porciones
Normales, no muy abundantes.
12. Carta
Creo que ya es momento de dejar los textos largos para explicar los platos o, en todo caso, reducirlos a dos líneas. Las cartas largas marean.
13. Precio
Un pisco sour catedral, una entrada y segundo por persona, más postre para compartir, a S/. 167 cada uno. ¿Ya ven a qué me refería al principio?
14. Tarjetas
Todas.
15. Niños
Hay sillas para niños.
16. ¿Volvería?
Solo si alguien me invita y a comer el risotto de camarones.
17. Dirección y horario