19 datos que debes saber antes de ir al nuevo Veggie Pizza del Óvalo Gutiérrez

Nos contaron que el Veggie Pizza del Óvalo Gutiérrez (abrió hace poco) era una desastre. Así que fuimos a ver si el comentario era pura maldad o tenía algo de cierto. Nuestras expectativas eran mínimas, así que después de comer, puedo decir que brilló una luz de esperanza. Pequeñita, pero bueno, está bien entre toda la oferta que hay en el Óvalo de marras (que sigue sin semáforos ni paso peatonal adecuado).

1. Establecimiento.

Solo pizzas.

2. Estacionamiento.

Se pueden cuadrar debajo del Óvalo Gutiérrez, ir caminando o en micro. No hay estacionamiento para bicicletas.

3. Lugar.

Es el último piso de una suerte de conglomerado de pequeños restaurantes y cafés. Amplio, espacioso y, ahora en verano, demasiado caluroso. La terraza a medio día es insoportable y dentro, se suda. Hay aire acondicionado pero no llega a todos. La decoración es agradable y de tonos claros, sin embargo hay algo que falta. Es un local soso, sin mucha calidez y con personalidad sin cuajar. Dada la propuesta, esto último debería sobrar.

4. Sillas y mesas.

Mesas de tamaño normal, de madera, cómodas y a distancia prudente unas de otras.

5. Salsas, aceites y condimentos.

Ají y sal.

6. Cortesías.

Palitos de masa de pizza crocantes y una salsa de palta que tenía un exceso notable de limón, podrían bajarle un punto. Incluso, el mozo nos comentó que lleva maracuyá, pero no lo sentimos.

7. Ruidos molestos.

La música pasó imperceptible y, a pesar de que el lugar estaba lleno, no sentimos ruidos molestos. Se podía conversar sin llegar al grito. Eso es bueno.

8. Servicio.

Son bien lentos y se les ve desorientados, debe ser porque recién han abierto y se están organizando. Observamos, eso sí, que había más gente en la barra que atendiendo las mesas. Quizá deberían distribuir mejor al personal. El trato sí es bastante amable, desde el recibimiento hasta la despedida, que incluye una calcomanía con mensaje positivo. ¿Lo mejor? Se nota que no están forzando la gentileza.

9. Carta de bebidas.

Agua, agua frutada, limonada, cerveza artesanal, vino y café. No venden gaseosas. Las limonadas, si no las piden con hielo, llegan a la mitad del vaso. Y si bien ofrecen agua de filtro, esta nunca aterriza en la mesa: tuve que pedirla dos veces y luego pararme a la barra para recogerla (y esto fue cuando ya nos habíamos bajado la mitad de la pizza).

10. Tamaño de porciones.

Satisfactoria. Una pizza completa alcanzó para tres.

11. La masa de la pizza.

La masa es delgada, no es esa panuda y migosa a la que nos acostumbraron las cadenas gringas. Podríamos decir que es hasta crocante, pero no lo podemos asegurar a ciencia cierta, porque como pedimos cuatro sabores distintos en una, algunas llegaron medio chiclosas y otras crujientes.

12. Los sabores que NO nos gustaron.

Esta sí fue medio desastre. Y con lo que me gusta la piña.

Pedimos una pizza Cuatro Sabores, en la que pueden combinar cuatro distintas en una sola tabla.

La Frutos del Huerto fue una gran decepción. Supuestamente iba a ser nuestra favorita porque tiene salsa de tomate, mozzarella, pimiento verde, cebolla blanca y piña… y amamos la piña en la pizza (bueno, yo la amo). Estaba algo desabrida, el pimiento opacó totalmente a la piña, que a su vez mojó descaradamente la masa. La cebolla pasó desapercibida.

La segunda fue la Aromas del Monte, con la misma base de mozzarella y tomate, pero además con ajo crocante, parmesano, romero, tomate y germinados de alfalfa: los germinados de alfalfa tienen un sabor y aroma muy fuerte a vegetal y pasto (es normal). Así que si son medio vegetarianos, “quieren ser” (wanna be) o de cuando en cuando se les antoja entrar en la pose (como nosotras), no es recomendable. El ajo crocante y el romero, además, le dieron un toque muy amargo. Puede ser que el ajo se haya quemado o que el romero seco se pasó en el horno. Cuidado, porque al final la combinación no es agradable, aunque sí enmendable.

13. Los sabores que SÍ nos gustaron.

Nuestra favorita, con alcaparras y aceitunas verdes.

Fueron justamente las que nos recomendó el chico que nos atendió. Los vegetales estaban frescos, sabrosos y bien escogidos. La Dalia del Bosque, con alcaparras, aceitunas verdes, salsa de tomate, hojas de huacatay y mozzarella, fue nuestra favorita.

Y la Jardín Real con zucchini o zapallito italiano, espárragos, champiñones, choclo y palta, contundente y sabrosa. El ajonjolí negro como toque final nos encantó.

Esta con palta y ajonjolí fue contundente.

14. Punto de sal.

Bastante bajo, me imagino que es por lo de la propuesta sana y en fin. Por eso acompañan todo el servicio con un frasco de sal al lado. Así, ustedes regulan.

15. Postres.

Solo hay pizzas dulces y, la verdad, pizza no es postre. No la pedimos.

16. Precio:

Pizzas desde S/. 50, la Cuatro Sabores está S/. 60.

17. Tarjetas.

Sí.

18. Dirección y horario.

www.veggiepizza.pe

19. ¿Volvería?

Para comprar y llevar. Lo que sucede es que en lo que respecta a comida, no hay mucha sorpresa: solo pizzas y todas de vegetales (salvo las dulces, pero si quiero dulce, mejor me como un helado o una torta de chocolate), y de las que probamos, estuvo bueno solo el 50%. Por otro lado, el lugar no es muy confortable, no por la atención, sino por el espacio en sí. ¿Quizá si vamos al de Barranco se siente la verdadera onda Veggie Pizza? ¿Quizá si regresamos en algunos meses la cosa mejore? Por lo menos, eso sí, no fue el desastre que nos habían dicho, así que se nota que le están metiendo esfuerzo y la idea es poderosa. Eso vale.

El mensaje calcomanía que nos llevamos a casa.

Le doy 3 bellacos (porque lo están intentando y por su Dalia del Bosque)