La Bellaca Miércoles, 23 abril 2014

29 datos que tienes que conocer antes de ir a El Hornero de Chorrillos

Paola Miglio

Periodista de comida y viajes. Frívola. Obsesiva. Ansiosa. Twitter @paolamiglio / Instagram @paola.miglio

A El Hornero de Chorrillos hemos regresado varias veces. Esta vez fue un Sábado de Gloria, en mancha, y probamos todo lo que nos entró. Es uno de los restaurantes parrilleros peruanos que más invita a volver por la buena calidad de la carne (usan carne gringa Angus) y su buen precio. A ver, los platos no son baratos, pero sí abundantes, así que pueden pedir para compartir y encima llevarse a casa lo que sobra. Además, las papas son adictivas. Acá nuestra experiencia.

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Establecimiento. Restaurante de parrillas.

Tipo de comida. Carne (Estados Unidos), pollo, interiores y salmón a la parrilla; y preparaciones clásicas. Vegetales y papas fritas o sancochadas. Lechón al palo los jueves y viernes.

Estacionamiento. No hay, pero en los jardines frente al local hay varios señores que lo pueden ayudar a estacionar a cambio de una propina.

Lugar. El local de Chorrillos, del que trata esta reseña, es grande, aireado, ordenado, típico parrillero con animales de caza por todas las paredes. Las mejores mesas están en el segundo piso, mirando al mar. El salón del fondo es un poco bullanguero. Después de comer, no se sale oliendo a parrilla, como suele pasar en otros locales de este tipo.

Sillas y mesas. Mesas amplias, con capacidad de aguante para varios platos grandes. Están a regular distancia unas de otras. Las sillas son cómodas, aguantan para varias horas de banquete y conversa.

Salsas, aceites y condimentos. Salsa de ají amarillo, bastante rica. Chimichurri decente. Hay además una salsa de ají verde que no le encontramos sentido: desabrida, sin sal, aguachenta.

Música. Sí hay y no es muy alta. Un suave murmullo que se ve opacado por las conversaciones y risas de los comensales.

Servicio en la mesa. Impecables manteles y servilletas de tela blanca. Van a mancharlos, pero no se preocupen, para eso están.

Privado. Uno para ocho y otro 28 personas. Dos semiprivados para 10 y 12 personas.

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Servicio. Los mozos son buena onda, si no saben algo, preguntan y vuelven con la respuesta. Hubo un poco de demora cuando pedimos la carta de postres y la cuenta, pero el lugar estaba reventado. Es comprensible.

Cortesías. Apio crudo en varitas. Se veían viejos y poco prolijos. Cero tentadores.

Agua. Dan agua embotellada, pero si piden natural de caño, traen un vaso.

Carta de bebidas. Agua, gaseosa, chicha, cerveza, infusiones y cócteles. El chilcano y los pisco sours son grandes y potentes.

Descorche. Sí, en día normal es gratis; en día festivo o feriado a S/. 20 la botella de vino y la de otros licores a S/. 30.

Tamaño de porciones. Bastante grandes, es por eso que hay opción a medias porciones en la carta, que también son bien generosas.

Entradas. Primero, para los soperos, hay una suculenta criolla. Luego hay dos tipos de entradas: aquellas a la parrilla, de las que probamos la provoleta con abundante aceite de oliva y las mollejas (tiernas y jugosas); y aquella que tiene como protagonistas a los champiñones. Acá nos detenemos, pues son buenas preparaciones, pero si piden los champis al ajillo les traerán los provenzales, y viceversa. Las recetas se han intercambiado, pero los sabores se mantienen bien puestos. Consejo: puchen el juguito con pan, es lo más rico.

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Carnes. Este es uno de los mejores lugares en relación calidad-precio para comer carne. Se pueden pedir una parrilla para dos y comen hasta cinco (trae res, pollo, chorizo, chancho y morcilla). Además la carne es jugosa, tiene sabor bastante agradable y se guían por sus preferencias de cocción (mucho, poco, casi cruda). Vayan con cuidado a la hora de pedir porque nos hemos quedado a la mitad del plato varias veces. Esta vez incluimos lomo saltado: plato inmenso, carne bien hecha, sazón justa, trozos de tomate un poco gigantes, arroz graneado con choclo… el pero fueron una incomprensibles arvejas que abundaban en el guiso. Nos desconcertaron. Además, claro, uno de nuestros cortes favoritos: una suave y delicada entraña.

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Pescado. Puede sonar raro que en un restaurante parrillero ofrezcan pescado, pero hay. Y eso nos parece genial. Lo que no fue tan genial fue el precio: un trozo de salmón pequeño con acompañamiento a S/. 60. Estaba rico y bien cocido, piel dorada y textura firme, con ese toque ahumado maravilloso que le da las brasas. Sin embargo, creo que este plato podría ser más asequible, quizá no trabajar con insumo extranjero, cambiar por pesca del día, o en último caso por un buen pedazo de trucha. Eso podría reducir costos y hacer que el palto valga la pena. Es solo una idea.

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Acompañamientos. Las papas fritas son las estrellas de la noche. Amarillas, crocantes, ya les agarraron el ritmo y no baja la calidad. Hay agradables vegetales salteados en mantequilla, puré de papa amarilla casero, papa sancochada con queso, entre otros.

Opción dieta. Dieta de pollo (también hay crema de tomate y de champiñones), pollo a la parrilla y generosas ensaladas elaboradas con vegetales frescos.

Postres. Esto sí es un desastre. Al menos lo que pedimos ese día. Fueron dos clásicos: un suspiro de limeña que estaba cargadísimo de oporto y cuyo manjar no era el claro de olla, sino esa versión oscura y violenta que resulta cuando tiran a hervir una lata de leche condensada. Y un crepe Suzette que fue elaborado de manera diligente frente a nosotros, pero que tuvo exceso de mantequilla y poco Grand Marnier.

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Precio. Parrilla doble con papas y ensalada S/. 198, entraña con acompañamiento S/. 99, mollejas S/. 32.50, provoleta S/. 32.50, champiñones al ajillo S/. 32.50, suspiro de limeña S/. 18, crepe suzette S/. 29.50, salmón a la parrilla S/. 60 y lomo saltado S/. 60.

Cubierto. S/. 5 por persona.

Pan. Está incluido en el cubierto y viene con mantequilla. Cuidado, que es delicioso y llega calentito a la mesa. Si no se controlan, no les entrará la carne que llega después.

Tarjetas. Sí.

Asientos para niños. Sí hay para niños pequeños y para niños un poco más grandes hay cojines.

Delivery. No hay, pero les ponen para llevar todo lo que no les entró en la mesa.

Dirección y horario. Hay varios locales, toda la info en www.elhornero.com.pe.

Dato extra: ahora también abren los domingos por la noche hasta las 22:30 horas.

 

Puntuación Final: 4 bellacos

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Paola Miglio

Periodista de comida y viajes. Frívola. Obsesiva. Ansiosa. Twitter @paolamiglio / Instagram @paola.miglio